Consejos para invertir en inmobiliarias

La Inversión en inmuebles hasta ahora, era una acción exclusiva de poderosos fondos de inversión tanto a nivel nacional como internacional. Esta tendencia se ha visto alterada a favor del pequeño y mediano inversor, debido a la recuperación económica que ha experimentado el país de forma generalizada, y como consecuencia de ello, el desbloqueo de los créditos bancarios o hipotecarios. Invertir en inmobiliarias, ya sea para adquirir una vivienda, un local o una vivienda para su posterior arrendamiento, debe hacerse de forma reflexiva o a través de una agencia de inversiones.
Analizar la situación del mercado
Este tipo de operaciones deben realizarse sin ninguna prisa, analizando la situación en que se encuentra el mercado, atendiendo a aspectos tan importantes como pueden ser el precio, comparar distintas zonas o si la vivienda reúne las condiciones necesarias para proceder a su arrendamiento, si fuera este el fin de su adquisición.
Zonas en crecimiento y revalorización
La elección de un buen barrio residencial, que ofrezca garantías de crecimiento y revalorización es imprescindible. Con una infraestructura capaz de ofrecer los servicios necesarios como colegios, zonas verdes, buena comunicación etc., en definitiva, barrios o zonas en expansión que se revaloricen por sí solas. De esta manera conseguiremos un aval lo suficientemente fuerte como para proceder a su venta o alquiler y conseguir el beneficio deseado.
Excluir de nuestra elección gastos de comunidad elevados
Una vez elegida la zona donde se va a adquirir la vivienda debemos centrarnos en el estado de la vivienda en cuestión, en detalles como el equipamiento, si tiene garaje o ascensor. También las zonas de luz son importantes, una vivienda con una buena iluminación será más fácil de vender o alquilar que otra en la que la luz artificial sea necesaria para tener la claridad suficiente. Otro aspecto importante a tener en cuenta, es el hecho de excluir entre nuestras posibles inversiones, zonas o residenciales, donde los gastos como los de la comunidad sean muy elevados, o nos ofrezcan unos servicios innecesarios y que supongan un gasto excesivo en su mantenimiento, ya que esto reducirá de forma ostensible los beneficios que de nuestra inversión esperamos.